La religiosidad tradicional se está viendo arrinconada por recientes acontecimientos relacionados con la iglesia católica, repercutiendo en las demás. Lo que está suponiendo un renovado empuje a nuevos modelos de creencias, ya instauradas, poco o mal entendidas, y peor asimiladas. Todo vale. Nada sirve, nada es suficiente.

Reflexionarte, 2018, fotografía digital, intervenida por su autora Máxima Romero
Reflexionarte, 2018, fotografía digital intervenida por su autora Máxima Romero

Mientras, el sistema armonizado de medios de masas está dando paso a otros modelos sin estructuras definidas, mostrándose aquellos como mero apéndice de poder traicionando a sus audiencias. No es extraño pensar que estamos en manos de manipuladores sin mayor interés que sus propios negocios. Para quienes el juego del dinero es su única creencia. Malas o falsas noticias.

La defensa que prometen estas masas, está en la transformación sigilosa que los nuevos participantes están teniendo mediante la segmentación y el deseo de autoafirmación continuados. Observamos cambios sustanciales en la sociedad, cambios de hábitos, avanzando la llegada de una superestructura llamada blockchain. Una cadena de bloques intentando llenar de transparencia, seguridad y economía, la aldea global.

El uso y legislación de esta herramienta, determinará el paso definitivo del tratamiento indiscriminado de individuos a su fragmentación, delineando una nueva armadura conceptual del sistema de convivencia. 

Como siempre, la falta de conciencia particular respecto a lo global, puede dar al traste con todos los mecanismos creados ex profeso para establecer una sola y única sociedad, aderezada con matices y diferencias. 

Aunque presentimos que el final es la ironía del ideal de la obra de arte universal; nunca seremos dioses sin aprender el verdadero significado de la humildad.