Las dos últimas exposiciones individuales de Javier Calleja: ‘The Fu*k ‘n bear’ en Bangkok  y ‘Do not touch’ en Tokio, seducen al mercado asiático.

 

La galería EchoOneNanzuka de Bangkok, socia de la galería nipona con la que también trabaja el artista español, acogió el pasado 17 de noviembre la muestra ‘The Fu*k ‘n bear’, una exposición que gira en torno a la presentación de un Bearbrick customizado con uno de sus personajes.

Medicom Toy, fundada en 1996,  es la empresa japonesa que está detrás de una de las siluetas más reconocibles del mundo. Al versionar esta pieza, Calleja abre así otra brecha más de coleccionistas que han elevado este objeto lúdico a una pieza de arte.

‘The Fu*k ‘n bear’ compuesta por 3 lienzos y 10 dibujos que interactúan con el Bearbrick en el espacio expositivo. El famoso oso vestido con camiseta, de vibrantes colores y con grandes ojos, sello identificativo de las obras del artista malagueño, está representado de diversas formas y posturas y se comunica con el espectador a través de los breves mensajes irónicos con los que Javier Calleja nos da a conocer su mundo interior.

Imágenes cortesía del artista

El Bearbrick se presenta en dos tamaños: el formato más clásico de 100% (7cm) y en 400% (28cm) y salen a la venta con una edición limitada. 

El broche de oro a su gira asiática la puso la galería Nanzuka Underground de Tokio que inauguró el 23 de noviembre la exposición ‘Do not touch’, con obras en las que el artista malagueño ha invertido el último año para preparar esta muestra que supone su consolidación como artista en el país nipón.

Esta es la quinta vez que Javier Calleja visita el continente asiático después de exponer en una primera ocasión con la Galería Aisho Nanzuka de Hong Kong, y acudir en dos ocasiones más a la feria Art Basel de Hong Kong de la mano de la Galería Nanzuka Underground, la cual dio a conocer su obra internacionalmente.

Con ‘Do not touch’ Calleja nos deja entrar en su espacio más personal. De repente el espectador se adentra en un viaje que le traslada al estudio del artista: libretas, bocetos, lápices y lienzos repartidos por el suelo, se colocan organizados en un desorden perfecto como si de un cuarto de juegos se tratara.

En esta instalación a modo de escenario lúdico, encontramos 14 lienzos de diversas dimensiones, y material y utensilios de dibujo de grandes proporciones con las que el artista ha dado un doble giro a su famosa frase “no es más grande lo que más espacio ocupa, sino lo que más espacio llena”. Dos esculturas de gran formato rematan este juego de escalas las cuales representan al propio Calleja simulando un día cualquiera en su taller de trabajo, así como libretas igualmente sobredimensionadas con más de 200 dibujos y borradores.

‘Do not touch’, título irónico con el que Calleja hace un guiño al universo infantil en el cual a los niños se les ‘prohíbe tocar’, nos traslada a su taller de artista donde ‘no tocar el arte’ se hace más difícil que nunca.