«Tenemos el deber moral de conocer el arte de nuestro tiempo». Peggy Guggenheim (Nueva York, 26 de agosto de 1898 – Padua, 23 de diciembre de 1979).

Carismática, radicalmente moderna y extravagante Peggy Guggenheim fue una de las mecenas artísticas más influyentes del siglo XX a quien le interesaba mucho más la literatura que el arte. Según sus palabras «Me metí en el arte por error».

En octubre de 1942, Peggy Guggenheim abrió en Manhattan «The Art of This Century Gallery» (Galería el Arte de este siglo). El espacio estaba dividido en diferentes salas, cada una dedicada a un tema artístico. Había una sala para surrealismo y otra para cubismo, y por supuesto un espacio destinado para la venta de obras.

Cinco años más tarde, Peggy Guggenheim cerraba The Art of This Century Gallery y comentaría: «Estaba exhausta por mi trabajo en la galería, de la cual me había convertido en una especie de esclava».

Y Peggy regresa a Europa, concretamente a Venecia, una de sus ciudades favoritas, donde se establece por el resto de su vida.

En 1948 la XXIV Bienal de Venecia le dedicó un pabellón exclusivo a algunas obras de la colección de Peggy Guggenheim, entre las que se encontraban seis obras de Jackson Pollock y la exposición inició en el 49 una gira por Italia, exhibiéndose en febrero en Florencia y en junio en Roma. 

Ese mismo año, Peggy escribió una carta a la galerista Betty Parsons fechada el 8 de octubre: «Aquí en la Bienal, Pollock fue considerado con mucho, el mejor de todos los pintores americanos».

Mientras su colección viajaba por Italia, Peggy compró el Palazzo Venier dei Leoni y lo adaptó a su modo de vida compartiéndolo con sus sirvientes, sus invitados y sus once perros. 

En 1951 abrió las puertas de su palazzo al gran público para que tres tardes a la semana, se pudiera disfrutar de su magnífica colección repartida por todas las dependencias, incluso había pinturas en el baño. 

La bodega del palacio fue convertida en un estudio de artista para los que quisieran trabajar ahí. Su costumbre de organizar fiestas siguió vigente y en su casa se reunían celebridades como Yoko Ono o Truman Capote.

Y si bien prestaba sus obras a exposiciones, a principios de los años 60 Peggy dejó de coleccionar y en 1962 fue nombrada ciudadana honoraria de Venecia. Con frecuencia podía ser vista recorriendo los canales de Venecia en su góndola privada. 

En una ocasión escribió a un amigo: «Adoro flotar hasta tal punto que no puedo pensar en nada más hermoso desde que dejé el sexo, o mejor dicho, desde que el sexo me dejó».

Imágenes: Vista nocturna del Palazzo Venier dei Leoni junto al Gran Canal, sede en Venecia del Peggy Guggenheim Collection, y la coleccionista en su góndola. © Gianfranco Tagliapietra Interpress Photo.