Juan Ignacio Vidarte – director general del Guggenheim Bilbao en el 25º Aniversario del museo celebrado el pasado año manifestó:

 «Rara vez un edificio ha provocado desde su inicio un impacto tan profundo como éste. Es evidente que mi visión es parcial, porque he tenido el privilegio de estar vinculado a él desde que no era más que un sueño reflejado en un boceto sobre una servilleta, hasta su sólida realidad de nuestros días. Pero sin él no sería posible entender la profunda transformación que, a lo largo de este último cuarto de siglo, ha vivido la ciudad de Bilbao, para cuyo tejido urbano ha recuperado un espacio estratégico en la margen izquierda de la ría, conocido como Abandoibarra, y a la que ha aportado un edificio icónico que simboliza su visión de futuro. Ha incorporado, además, una nueva concepción museística que sitúa la experiencia del visitante en el núcleo de la configuración de sus espacios, generando un conjunto de salas únicas para acercar el arte de nuestros días a sus visitantes. Hemos tenido la fortuna de contar con un genial arquitecto en un momento de gracia, que entendió mejor que nadie las necesidades del programa del museo y las características de su ubicación y quien, a sus 68 años, firmó una de las obras maestras de su carrera calificada, ya en 1998 por Philip Johnson, como el mejor edificio de nuestra era».

Y Juan Ignacio afirma: «La colección propia del Guggenheim es el alma del museo, es algo esencial».

El Museo, a lo largo de sus 25 años, ha adquirido 145 obras propias, que en 2019 Christie’s tasó en 800 millones de euros, siendo 115 millones el importe de la adquisición de las obras por parte de la sociedad tenedora, formada por el Gobierno Vasco y la Diputación de Bizkaia, desde su fundación en 1996.

«El Guggenheim Bilbao no es una franquicia sino que se creó como un museo específico y único, que forma parte de la constelación Guggenheim y, por ello, su colección aspira a tener entidad propia: no queremos replicar los museos de Neva York o Venecia, ni cubrir sus huecos con obras singulares y referenciales; la colección se ha ido creando con esos parámetros». Juan Ignacio Vidarte.

Imágenes cortesía: Museo Guggenheim Bilbao. Visón del museo desde La Salve y Tulipanes (Tulips), 1995–2004. Acero inoxidable alto en cromo con laca de color translúcida, Guggenheim Bilbao Museoa © Jeff Koons, Bilbao, 2022.