Las mujeres jugaron un papel fundamental en la obra artística de Pablo Picasso. Fueron la influencia más grande y protagonista en su vida.
Ocho musas en cuerpo y alma para Picasso, que representaron todo un símbolo de pasión, sensualidad, amor, desamor y drama.
Fernande Olivier fue la primera relación duradera de Picasso y la musa que inspiró su época rosa y primeras obras cubistas como por ejemplo su famosa escultura «Tête de femme, Fernande», 1909.
La modelo fue su amante durante 7 años, rompiendo definitivamente en 1912, pues otra musa entra en su vida.
Fernande murió en 1966 dejando escrito el libro «Amar a Picasso», que no vio la luz hasta el año 1988 pues un pacto entre la pareja, impedía su publicación en vida de ambos.
La pasión de Picasso en el período cubista la alimentó Eva Gouel, a la que llamó ma jolie (preciosa).
El artista quedó desolado por la enfermedad y posterior fallecimiento en 1915 de Eva (por la tuberculosis), le regaló la pintura «Amo a Eva» como prueba de amor y la pintura «L’Enfer» (El infierno), que refleja el sufrimiento vivido.
En 1916 tras insistentes peticiones, Picasso acepta diseñar decorado y vestuario para los ballets Rusos que dirigía Sergéi Diágilev. Dos años más tarde se casaría con una de las bailarinas de la compañía, Olga Khokhlova, madre de su primer hijo al que llamaron Paulo.
Vivieron un matrimonio feliz por un breve período de tiempo, que pasó a estar lleno de conflictos, al pertenecer a diferentes clases sociales.
A finales de 1927 Picasso conoce a Marie-Thérèse Walter su nueva musa, con la que vivirá definitivamente desde 1929 a 1936, si bien no se divorciará nunca de Olga, quién muere de cáncer en 1955.
Marie-Thérèse Walter treinta años más joven que Picasso es la madre de Maya, nacida en 1935.
Un año después de nacer su hija, Picasso conoce a otra musa y su relación se deteriora.
Marie-Therese fue la inspiración para crear los famosos 100 grabados «Vollard Suite», y tres años después de la muerte de su amado se suicida.
El nieto de ambos, escribió el libro «Picasso. La historia de la familia Real».
Dora Maar era fotógrafa, poeta y pintora. Documentó la obra maestra de Pablo Picasso, «Guernica». Fue la musa que ocupó el lugar de Marie-Thérèse. Y su relación duró alrededor de 8 años.
Al comienzo de su romance con Dora, Pablo pintó una serie de cuadros que representan la tristeza, como «The Weeping Woman» (La llorona).
Dora nunca superó la separación de Picasso y sufrió duros episodios emocionales hasta su muerte con 89 años en 1997.
Con 61 años y viviendo todavía con Dora Maar, Picasso inicia una relación que durará 10 años, con una joven estudiante de 21 llamada Françoise Gilot, madre de sus hijos Claude y Paloma.
Muchos son los que pensaban que la carrera de la joven artista, que pintaba y escribía, no progresaría por su relación con Picasso.
En 1964, 11 años después de su separación, Françoise con el crítico de arte Carlton Lake, escribió «Vida con Picasso», un libro que vendió más de un millón de copias traducido a más de doce lenguas.
Actualmente la pintora, crítica de arte y escritora francesa sigue viva.
Con 17 años de edad Genevieve Laporte entrevistó a Picasso para un periódico estudiantil y tuvieron una ocasional relación. Pero no fue hasta que cumplió los 24 años que comenzó un romance secreto con el artista, mientras éste continuaba viviendo con Françoise.
En ese tiempo Picasso sentía lo que podemos llamar un período de ternura, ya que Genevieve fue la única de sus musas a la que inmortalizó sonriendo.
En 2005, con 79 años, subastó una veintena de dibujos a lápiz, carbón y bolígrafo de Pablo Picasso que tienen como única protagonista a la poetisa y cineasta que falleció en 2012.
Jacqueline Roque es la musa que le inspiró la creación de más obras. Estuvieron juntos 20 años, hasta que Picasso murió en 1973.
Cuando se conocieron en 1953, Picasso cuenta con 71 años y ella con 26. Años más tarde, Jacqueline se convirtiría en su segunda esposa y si bien le sobrevivió, en 1986, Jacqueline se suicida.
«El amor es el mejor tónico de la vida» Pablo Picasso.